¿En qué consiste la prueba Viruela del mono?
Los síntomas de la viruela del mono pueden incluir:
- Fiebre
- Dolor de cabeza
- Fatiga
- Dolores musculares
- Inflamación de los ganglios linfáticos.
Otros síntomas pueden incluir dolor de garganta y tos. La fiebre puede llegar a los 40°C. A algunas personas primero les aparece el sarpullido y luego presentan otros síntomas. Otras personas solo tienen sarpullido. Los síntomas suelen durar entre dos y cuatro semanas y desaparecen por sí solos sin tratamiento.
La viruela del mono es una enfermedad infecciosa producida por el Orthopoxvirus, un virus que infecta a los animales y a los seres humanos y que puede producir manifestaciones cutáneas.
Esta afección se puede propagar a las personas cuando entran en contacto físico con un animal o persona infectado.
El riesgo de contagio de viruela del mono a través de los animales puede reducirse evitando el contacto sin protección con animales salvajes, especialmente aquellos que están enfermos o muertos.
Entre personas el riesgo de contagio existe mientras tienen síntomas (normalmente entre las primeras dos y cuatro semanas). Se puede contraer esta infección a través del contacto físico con alguien que tiene síntomas. Las erupciones, los fluidos corporales y las costras son particularmente infecciosos.
El virus también puede transmitirse de una mujer embarazada al feto a través de la placenta.
El diagnóstico definitivo de viruela del mono solo puede establecerse mediante pruebas realizadas en laboratorio, mediante microscopía electrónica, cultivo o PCR.
En la mayoría de los casos sólo es necesario tratamiento de los síntomas.
Actualmente se dispone de dos vacunas frente a la Viruela que pueden prevenir la enfermedad de la viruela del mono: IMVANEX y JYNNEOS. Ambas contribuyen a prevenir la enfermedad y reducir la gravedad de la enfermedad en caso de desarrollarla.
-Mantenga prácticas de sexo seguras y responsables.
- Evite el contacto íntimo con personas que presenten lesiones en la piel relacionadas con la viruela del mono.
- Evite el contacto con ropa, ropa de cama, toallas, utensilios de cocina… de personas que estén enfermas.
- Mantega una buena higiene de manos.